San José, esposo de la Bienaventurada Virgen María

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Solemnidad 19 de marzo

Solemnidad 19 de marzo

San José, esposo de la Bienaventurada Virgen María

De virtud en virtud hasta llegar a una excelsa santidad

Foto:www.lahornacina.com

La devoción a San José se fundamenta en que este hombre “justo” fue escogido por Dios para ser el esposo de María Santísima y hacer las veces de padre de Jesús en la tierra. Durante los primeros siglos de la Iglesia la veneración se dirigía principalmente a los mártires. Quizás se veneraba poco a San José para enfatizar la paternidad divina de Jesús. Pero, así todo, los Padres (San Agustín, San Jerónimo y San Juan Crisóstomo, entre otros), ya nos hablan de San José. Según San Callistus, esta devoción comenzó en el Oriente donde existe desde el siglo IV, relata también que la gran basílica construida en Belén por Santa Elena había un hermoso oratorio dedicado a nuestro santo. San Pedro Crisólogo: “José fue un hombre perfecto, que posee todo género de virtudes” El nombre de José en hebreo significa “el que va en aumento”. Y así se desarrollaba el carácter de José, crecía “de virtud en virtud” hasta llegar a una excelsa santidad.

La opinión general de los conocedores es que los Padres del Carmelo fueron los primeros en importar del Oriente a Occidente la práctica de ofrecerle pleno culto a San José.
Los franciscanos fueron los primeros en tener la fiesta de los desposorios de La Virgen con San José. Santa Teresa tenía una gran devoción a San José y la afianzó en la reforma carmelita poniéndolo en 1621 como patrono, y en 1689 se les permitió celebrar la fiesta de su Patronato en el tercer domingo de Pascua.
Esta fiesta eventualmente se extendió por todo el reino español. La devoción a San José se arraigó entre los obreros durante el siglo XIX. El crecimiento de popularidad movió a Pío IX, el mismo un gran devoto, a extender a la Iglesia universal la fiesta del Patronato (1847) y en diciembre del 1870 lo declaró Santo Patriarca, patrón de la Iglesia Católica. San Leon XIII y Pío X fueron también devotos de San José. Este últimos aprobó en 1909 una letanía en honor a San José.

Oración a San José por La Voz de María

¡Oh bendito san José! Como Familia de La Voz de María nos dirigimos a ti, hemos consagrado nuestra misión a tu santísima Esposa y ahora también pedimos con confianza tu protección paternal.
A ti, que eres hombre justo y fiel, padre solícito y protector de nuestro Salvador, te encomendamos nuestras actividades y nos dirigimos a ti como protector, administrador e intercesor nuestro:
Protege a la gran familia de oyentes de La Voz de María, especialmente a los enfermos, a los que sufren y a los moribundos.
Protege a los voluntarios, colaboradores y acompáñalos en su servicio en la viña del Señor. Guíanos a todos por el camino de la santidad y mantennos en el espíritu de unidad, amor, evangelización y sacrificio.
Protege nuestra sede, los estudios de radio, las instalaciones de transmisión, las plataformas de comunicación y aleja todas las artimañas del maligno. 

Ayúdanos a ser buenos y fieles administradores de los recursos y oportunidades que se nos confían, para que todo sea fecundo para el Reino de Dios.
A tu poderosa intercesión encomendamos todas nuestras necesidades financieras y materiales. A ti encomendamos la búsqueda de nuevos colaboradores y voluntarios, capaces y competentes. A ti encomendamos el crecimiento y la expansión de Radio La Voz de María, en todos los ámbitos de la evangelización. Precédenos y guíanos también en nuevas regiones, allí donde haya un alma que salvar.
San José, así como guiaste y protegiste a la Sagrada Familia, a través de todos los peligros, guía también a la gran Familia de La Voz de María en seguridad, a través de este tiempo atribulado y mira a cada uno de nosotros con tus ojos paternales.
San José bendice al Ecuador. Amén.

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