La felicidad

La felicidad

No debe ser confundida con la alegría

Por lo general pensamos en la felicidad como algo que hay que alcanzar, como una meta a la que llegas y te quedas ahí para siempre, pues nos así, la felicidad es un estado mental que uno puede vivir en diferentes momentos de su vida y más que nada se trata de la búsqueda la felicidad, es el camino que se construye con pequeños logros, momentos de alegría, también de orgullo por un logro realizado, una meta alcanzada, un hijo que nace, un nieto que se gradúa, un trabajo que te hace feliz, una familia que te ama y que amas, todo esto es la felicidad.
La felicidad no debe ser confundida con la alegría, porque uno puede ser feliz, considerarse afortunado y feliz a pesar de no estar alegre todo el tiempo. La felicidad es más como un estado de paz interior, es encontrar el camino de lo que a mí me hace feliz y caminarlo, defenderlo, caerse y volverse a levantar, porque una vez encontrada la paz, ya no queremos que nos arrebaten tremendo tesoro. Incluso si pasamos momentos adversos, como todo ser humano, hemos entendido que la felicidad es interna no depende siempre de lo externo y las circunstancias.
La felicidad como dice Jorge Bucay, escritor argentino, no es un derecho, sino una obligación, tenemos la obligación de buscar la felicidad y también de trasmitirla a los demás, porque una persona feliz y en paz le hace la vida más feliz a los que le rodean, está más atento, más sereno, más humano, más centrado, puede pensar mejor y guiar mejor a los demás. Ya tiene más claro lo que es importante en la vida de lo que es superficial o pasajero.
La felicidad es una construcción de día a día, como una pared, se pone un ladrillo a la vez y se va construyendo la felicidad con esfuerzo, se toman las decisiones correctas, se trabaja con  esfuerzo por estar cerca de aquello que me da paz y felicidad.

La felicidad es más como un estado de paz interior, es encontrar el camino de lo que a mí me hace feliz y caminarlo, defenderlo, caerse y volverse a levantar, porque una vez encontrada la paz, ya no queremos que nos arrebaten tremendo tesoro.

La felicidad

No debe ser confundida con la alegría

Por lo general pensamos en la felicidad como algo que hay que alcanzar, como una meta a la que llegas y te quedas ahí para siempre, pues nos así, la felicidad es un estado mental que uno puede vivir en diferentes momentos de su vida y más que nada se trata de la búsqueda la felicidad, es el camino que se construye con pequeños logros, momentos de alegría, también de orgullo por un logro realizado, una meta alcanzada, un hijo que nace, un nieto que se gradúa, un trabajo que te hace feliz, una familia que te ama y que amas, todo esto es la felicidad.
La felicidad no debe ser confundida con la alegría, porque uno puede ser feliz, considerarse afortunado y feliz a pesar de no estar alegre todo el tiempo. La felicidad es más como un estado de paz interior, es encontrar el camino de lo que a mí me hace feliz y caminarlo, defenderlo, caerse y volverse a levantar, porque una vez encontrada la paz, ya no queremos que nos arrebaten tremendo tesoro. Incluso si pasamos momentos adversos, como todo ser humano, hemos entendido que la felicidad es interna no depende siempre de lo externo y las circunstancias.
La felicidad como dice Jorge Bucay, escritor argentino, no es un derecho, sino una obligación, tenemos la obligación de buscar la felicidad y también de trasmitirla a los demás, porque una persona feliz y en paz le hace la vida más feliz a los que le rodean, está más atento, más sereno, más humano, más centrado, puede pensar mejor y guiar mejor a los demás. Ya tiene más claro lo que es importante en la vida de lo que es superficial o pasajero.
La felicidad es una construcción de día a día, como una pared, se pone un ladrillo a la vez y se va construyendo la felicidad con esfuerzo, se toman las decisiones correctas, se trabaja con  esfuerzo por estar cerca de aquello que me da paz y felicidad.

La felicidad es más como un estado de paz interior, es encontrar el camino de lo que a mí me hace feliz y caminarlo, defenderlo, caerse y volverse a levantar, porque una vez encontrada la paz, ya no queremos que nos arrebaten tremendo tesoro.
Foto: blog.personal.com.py

No debemos ser pasivos en esperar que alguien me haga feliz, porque la felicidad es de uno, uno la vive en su interior, no debe depender totalmente de otra persona, es cierto que la familia te da felicidad y el amor también pero tú eres responsable de cuidar ese tesoro y si por algún motivo pierdes ese amor o eso que te hacia feliz debes volver a empezar, volver al camino donde tu encuentras la paz y la felicidad.
Preguntémonos, ¿Qué me da paz? ¿Qué actividades o personas me dan paz o felicidad? ¿Es eso algo que me pueden arrebatar? Haga su lista de este tesoro suyo para que sepa qué hacer cuando esta confundido o atravesando por una crisis.
Recordemos que el ser humano está hecho para buscar la verdad y la felicidad, pero muchas personas se pierden en el camino, porque han sufrido mucho o alguien les hizo creer que no merecen ser felices, esto no es verdad, todos merecemos ser felices y es nuestra obligación ir a buscarla, aunque hayamos  vivido cualquier circunstancia, debemos seguir creyendo que fuimos hechos para ser felices y cumplir nuestros sueños.
Por lo general las personas pesimistas no creen esto, piensan que la felicidad y las cosas buenas solo le suceden a los demás, a ellos no, porque sienten que no lo merecen, se quejan, culpan a otros y no se hacen responsables de buscar su propio camino y esforzarse por encontrar la felicidad.

Asimismo, las personas optimistas saben que depende de uno, que es un estado mental, físico y espiritual que requiere esfuerzo y dedicación, exige tomar decisiones, quizás alejarse de personas que no me hacen bien, amistades, relaciones tóxicas, malos hábitos, etc., uno decide alejarse de esto, porque para eso tenemos la voluntad. Para escoger los caminos que nos hacen bien, que nos suman, que hacen mejores personas.
Esto lo hacen las personas que tienen una buena salud mental o psicológica, pero también las personas de fe, un verdadero creyente, confía en su Dios y sabe que lo ama y sabe que lo quiere feliz, confía que si se esfuerza encontrar la felicidad, y nuevamente no me refiero al éxito y el dinero, sino a la verdadera felicidad que da la paz interior.
La felicidad está también en saber que viniste al mundo para algo, no para sufrir y quejarte, sino para una misión más grande.
Usted sabe ¿Cuál es su misión en el mundo? ¿usted sabe, por qué está aquí? Pues deberíamos preguntarnos esto y la respuesta la encontrarán dentro de sí, busquen en su interior y verán qué
les hace felices, y al mismo tiempo esto que me hace feliz a mí, ¿Cómo lo utilizo para ayudar y compartirlo con los demás? Porque la felicidad también está en darse a los demás, cualquier profesión u oficio que realice en casa o en una empresa, si usted sabe que es importante lo que hace y que marca  una  diferencia en el mundo, entonces habrá encontrado su misión, porque cierto es que todos tenemos una, quizás no todas las misiones son gigantes y aparecen en los periódicos, pero tenemos una, no pierda más
tiempo y búsquela.

La felicidad es algo que ocurre de la piel para adentro, entonces debemos ocuparnos en ello. De esta manera también seremos ejemplo de paz y felicidad para nuestros hijos, seremos luz y guía. Es nuestra responsabilidad de nadie más, ¡Ánimo!

Mgs. Psic. Vanessa Elizalde

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