La generosidad entre los primeros cristianos

P. José Luis Vélez Asesor Espiritual de radio La Voz de María

La generosidad entre los primeros cristianos

Hermano oyente o lector, te invito a ser parte de esta obra cuya finalidad es la salvación de las almas. La Radio necesita de tu presencia y colaboración para mantenerse encendida y así continuar formando conciencias en un mundo tan dividido que niega a Dios y al hombre en sus principios originarios.

Hay una de las comunidades muy queridas por el Apóstol San Pablo, que es la Comunidad de los Corintios, la cual tenía sus dificultades que eran afrontadas a la Luz del Evangelio que San Pablo había recibido por revelación divina y cuya formulación había sido dada por la Iglesia: que Cristo murió por nuestros pecados y resucitó según las escrituras. La división en esta comunidad radicaba en la interpretación del Evangelio al modo de una sabiduría humana, y juzgada según la elocuencia del predicador. San Pablo les escribe poniendo de manifiesto que la salvación no viene por la sabiduría, sino por Jesucristo, muerto en la Cruz, solo en Cristo se encuentra la verdadera sabiduría y salvación. El Apóstol de los gentiles educa a esta bella comunidad con la evangelización y como fruto de la misma surge la generosidad.      

La evangelización y las obras de caridad van de la mano. Los cristianos de Corinto habían acordado hacer una colecta en favor de la Iglesia Madre de Jerusalén, que atravesaba por momentos difíciles. El Apóstol San Pablo los exhorta a que lleven generosamente a la práctica esta iniciativa y les recuerda que su generosidad debe inspirarse en el ejemplo de Cristo, el cual “siendo rico, se hizo pobre por nosotros, a fin de enriquecernos con su pobreza” (2 Cor. 8.9). Pone como principio y ejemplo a Cristo pobre, pero que enriquece al hombre con todo don. Les indica que en estas iniciativas no se trata de que ellos sufran necesidad para que otros vivan en la abundancia, sino de que haya igualdad. En el caso presente, la abundancia de ustedes suple la necesidad de ellos, para que un día, la abundancia de ellos supla la necesidad de ustedes. Así habrá igualdad, de acuerdo con lo que dice la Escritura: “El que mucho recogió no tuvo de más; y el que recogió poco no tuvo de menos” (2 Cor. 8.15).

Quisiera aunar el tema de la Evangelización con la generosidad que se manifiestan en esta obra de Radio la Voz de María con una programación de 24 de horas de evangelización en su frecuencia 88.1 FM y a través sus redes sociales y con su presencia de 20 años en la ciudad de Guayaquil – Ecuador, como la voz de la gran Voz, que instruye en la ciencia de Dios, ahí donde hay dudas por falta de fe, tristeza por falta de confianza en Dios, dolor por la pérdida de un ser querido o por apego a las cosas materiales, ahí surge aquella luz que ilumina la vida de cada oyente. La Radio como medio o instrumento eficaz para acercar a aquellos gentiles que ya no se encuentran en una comunidad reunida como la de los Corintios, sino, dispersa por el mundo.  

Hermano oyente o lector, te invito a ser parte de esta obra cuya finalidad es la salvación de las almas. Aprendamos de esta comunidad a la cual se ha dirigido el Apóstol San Pablo de manera presencial o a través de sus cartas, en ellas deja ver su entrega generosa y partir de su ejemplo e instrucción ellos toman la iniciativa de colaborar con las necesidades de la Iglesia en Jerusalén. La Radio necesita de tu presencia y colaboración para mantenerse encendida y así continuar formando conciencias en un mundo tan dividido que niega a Dios y al hombre en sus principios originarios. 

Hoy nos dirigimos a ti, para que ayudes a tu radio, ya sea con tu granito de arena, compartiendo los medios para colaborar o diciéndoles a quienes lo puedan hacer, y contarles de tu radio y tu revista, instrumentos evangelizadores, pero que como todo en esta vida, debe subsistir y cubrir sus gastos.

Te damos gracias por ser también un instrumento del amor de Dios y de los medios de comunicación católicos Radio La Voz de María y su revista ¡Salve Regina!

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