Nuestra Señora del Perpetuo Socorro-Fiesta 27 de junio

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P. Miguel Ángel Pardillo Arranz, CP
Parroquia San Grabriel
de la Dolorosa, Madrid

Fiesta 27 de junio

Foto: Diócesis de Ciudad del Este

Nuestra Señora del Perpetuo Socorro

Es una advocación mariana. Su imagen tan peculiar es un ícono bizantino al estilo de las iglesias orientales y que procede de Creta y venerada en Roma, primero en la iglesia de los agustinos y desde el año 1866 en la Iglesia de San Alfonso.

La pintura es del sigo XIII y es copia de una famosa pintura que se atribuía a San Lucas. Fue pintado como un ícono. Se ve a la Virgen María de medio cuerpo y al niño entero. También están los arcángeles San Miguel y Gabriel y 3 estrellas. Las letras están en griego y identifican a María como “la Madre de Dios” y al niño como “Jesucristo”. Las estrellas sobre la cabeza y los hombros de María indican que fue Virgen antes del parto, durante el parto y después del parto. El cuadro es de madero y muestra a María con el niño Jesús. El niño mira a los arcángeles Miguel y Gabriel que le muestras los signos de la pasión y agarrado a los brazos de su madre.
La pintura original se encontraba en Constantinopla, pero fue destruida en 1453 por los turcos.

Historia del Ícono
Según la historia, este ícono de la Virgen fue robado por un mercader en el siglo XV en una Iglesia de Creta y lo llevó en un viaje en barco, pero durante la travesía se produjo una gran tempestad y el comerciante cogió el cuadro de la Virgen y lo sostuvo en lo alto mientras rezaba, pidiéndole Socorro.
El mercader contó la historia a un amigo en Roma y le mostró el cuadro y le pronosticó que algún día el mundo entero se pondría ante el cuadro del Perpetuo Socorro.

Después de varias circunstancias el cuadro fue colocado en la Iglesia de San Mateo, regentada por los agustinos que se encontraba entre San Juan de Letrán y Santa María la Mayor. Era muy venerado y se le atribuyen varios milagros sobre todo en el siglo XVII.
Con la invasión de Napoleón a Roma en el año 1798, destruyeron varias iglesias, entre ellas la de san Mateo, pero los agustinos salvaron el cuadro y lo llevaron a una pequeña capilla, quedando en el olvido durante 64 años.
Entre tanto, los redentoristas fundaron el Roma la Casa General y construyeron un convento y una Iglesia dedicada a San Alfonso en el mismo sitio que había estado la iglesia de San Mateo. Uno de los religiosos estudió el sector y averiguo que por ahí había estado la iglesia de San Mateo y en ella había un cuadro de la Virgen muy milagroso.
A partir del sermón de un jesuita acerca de esta pintura se recordó la historia, fue así que se empezó la búsqueda y siendo encontrado en la pequeña capilla de los agustinos.
De esa manera los redentoristas solicitaron al Papa que la imagen fuera expuesta en el mismo lugar donde había estado y así el 19 de enero de 1866, el Papa Pío IX se lo concedió y les dijo que “Den a conocerla a todo el mundo”.
La imagen fue restaurada y colocada en el centro de la Iglesia de San Alfonso y su devoción se ha extendido por todo el mundo gracias a la propagación de los padres redentoristas y a la devoción de los fieles que buscan en la imagen de la Virgen: amparo y consuelo. San Juan Pablo II fue muy devoto de esta advocación.

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