Por María a Jesús

Mayo, mes de la Virgen María y de las vocaciones

Por María a Jesús

Foto: www.eluniverso.com

Los cristianos tenemos claro que santa María es la única mujer de toda la historia de la humanidad a la que Dios permitió nacer sin pecado original, la Madre de Jesús, y siempre Virgen, que fue asunta al cielo en cuerpo y alma.
El mes de mayo se dedica especialmente a Nuestra Madre. Pero, ¿por qué el mes de mayo es el mes de la Virgen María? Si la Iglesia está celebrando la Resurrección de Jesús, ¿por qué se rinde homenaje también a María en este mes? Es bueno conocer y así poder vivir y celebrar con mayor convicción.
Comencemos por la historia, esta tradición lleva dos siglos en vigor y coincide con el comienzo de la primavera y el destierro del invierno. El “triunfo de la vida” que simboliza la primavera es uno de los motivos por los que se sitúa en mayo el mes de la Virgen, Madre de la Vida, de Jesús.
Además, la presencia de este homenaje particular a María se corresponde con otorgar un sentido cristiano a este mes y en esta estación.
La Grecia y la Roma clásicas también celebraban la llegada de la primavera. Lo hacían con festividades, oraciones y flores para Artemisa y Flora, ambas consideradas diosas de la fertilidad.
Esta tradición dio un vuelco en el siglo XII y cambió de página en el calendario. Nació la fiesta de “La devoción de los treinta días a María”, que tenía lugar entre la segunda quincena de agosto y laprimera de septiembre.
Dedicarle un mes exclusivo a la Virgen es una idea del siglo XVII.
En esta época volvió a incluirse un culto especial a santa María en el mes de mayo, que es el que ha llegado hasta la actualidad. La primavera y el mes de mayo presentan una naturaleza verde, en flor, con buen tiempo. Ese reflejo de la belleza de la naturaleza también habla de María, de su belleza y de su virtud.
Ahora hablemos espiritualmente, la celebración de este mes de mayo es más que una tradición entre los cristianos, es un homenaje y una acción de gracias hacia quien es Nuestra Madre. 

Como “regalos” para Ella, se suelen hacer muchas cosas. Entre ellas, el rezo del Rosario, las ofrendas florales o la meditación de sus dogmas son algunas ideas con las que honrar a María en este mes de mayo, pero cuidado, no es por lo que recibimos de Ella que celebramos, sino, porque la amamos por ser quien es: Madre de Jesús y Madre nuestra. Por eso celebramos un mes dedicado a nuestra Madre.
Durante el mes de mayo en nuestra Arquidiócesis se celebra el “Mes de oración por las Vocaciones”.
Es un tiempo para que juntos como Iglesia podamos orar de manera especial por esta intención, entendida como un camino de humanización y servicio en que Dios nos regala una invitación a formar parte de una historia de amor que se entreteje con nuestras historias; que vive y quiere nacer entre nosotros para que demos fruto allí donde estemos, como estemos y con quien estemos. Jesús pasa por nuestras calles, se detiene y nos mira a los ojos, sin prisa, para invitarnos a caminar con Él en la vocación a que somos llamados. El 8 de mayo será
el Domingo Mundial de Oración por las Vocaciones.

Oremos a María por las vocaciones

Oh Virgen Santísima, Vos os aparecisteis repetidas veces a los niños; yo también quisiera veros, oír vuestra voz y deciros: Madre mía, llevadme al Cielo. Confiando en vuestro amor, os pido me alcancéis de vuestro Hijo Jesús una fe viva, inteligencia para conocerle y amarle, paciencia y gracia para servirle a Él a mis hermanos, y un día poder unirnos con Vos allí en el Cielo.
Padre nuestro, Avemaría y Gloria.
Oh Madre mía, sé que escucharás, y me conseguirás esta y cuantas gracias te pida, pues las pido por el amor que tienes de tu Hijo Jesús. Amén.
¡Madre mía, aquí tienes a tu hijo, sé tú mi Madre!
¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía!

Por Lic. Cristóbal Flores Borja.

Por Lic. Cristóbal Flores Borja.

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