San Cayetano – 7 de agosto

Memoria 7 de agosto

San Cayetano

Patrono del pan y del trabajo

Nació en Vicenza, Italia, en 1480, su padre murió muy temprano, por lo que la madre se encargó de darles una esmerada educación cristiana a él y a sus hermanos en un ambiente familiar muy profundo.

Estudiante en Padua, se especializó tanto en Teología como en Derecho Civil y canónico. Fue durante un tiempo senador en su tierra natal, cargo que abandonó, al sentir que la Providencia le llamaba al sacerdocio, ordenándose después de morir el Papa Julio II, del que fue su secretario. Tras la ordenación, funda en Roma “La Cofradía del Amor Divino”.

Dedicados a promover la Gloria de Dios, algo que complementará Cayetano cuando ingresó en el Oratorio de san Jerónimo, ayudando a los pobres, sin importarle las críticas recibidas. Lo importante es seguir el refrán de “hacer el bien sin mirar a quien”, comprendiendo que “obras son amores y no buenas razones”. Posteriormente funda otro Oratorio en Verona, asistiendo a los enfermos del hospital.

San Cayetano era de familia muy rica y se desprendió de todos sus bienes y los repartió entre los pobres. En una carta escribió la razón que tuvo para ello: «Veo a mi Cristo pobre, ¿y yo me atreveré a seguir viviendo como rico?» Veo a mi Cristo humillado y despreciado, ¿y seguiré deseando que me rindan honores? Oh, que ganas siento de llorar al ver que las gentes no sienten deseos de imitar al Redentor Crucificado».

Su amor a la Eucaristía fue el impulso en su vida espiritual y apostólica, fundando los Teatinos, que obtuvieron la aprobación del Papa Clemente VII, con no pocas dificultades. Pasado el tiempo, Cayetano enferma, ofreciendo su vida al Señor con grandes sacrificios, hasta que muere en el verano de 1547, siendo canonizado tres décadas después. Tras morir, el teatino Juan Pedro Carafa es elegido Pontífice con el nombre de Pablo IV, impulsando grandes reformas.

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