La importancia del padre – Día del Padre 18 de junio
Mgs. Vanessa
Elizalde Jalil
Día del Padre 18 de junio
La importancia del padre
“Y vosotros padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en la disciplina e instrucción del Señor”. Efesios 6:4
Este versículo nos invita pensar de muchas maneras el rol del padre en la vida del ser humano, no solo la presencia física que instruye, disciplina, guía y protege a sus hijos y a su esposa, sino como aquel que representa el techo y la estructura misma de un hogar. Esta función que realiza el padre es la de ser estructura de un individuo y a la vez que le permite encontrarse con el mundo exterior, el que está fuera de su hogar, la sociedad.
Quiero explicarme mejor, siguiendo esta analogía de la casa, el padre hace este rol de marcar un límite, hasta aquí puedes pasar, esto no puedes hacer y esto si puedes intentar. Es aquel que instruye de muchas cosas, las más importantes son primero el respeto por las reglas del juego de la vida en familia y sociedad, y la segunda ¿qué es ser un hombre?, este límite de lo que es correcto e incorrecto, así como la idea sana (no machista) de lo que es ser un hombre, son las que en estos tiempos están más afectadas y desdibujadas.
Vemos una sociedad que no tiene claro el bien y el mal, porque todo es relativo a quien lo mire y lo analice. El llamado “sentido común”, ya no es común a todos, resulta que cada uno dirá lo que está bien y lo que no.
Este orden de la vida psíquica del ser humano es necesario para sentirse seguro y protegido, saber que existen cosas que son ciertas y de las que me puedo fiar, es decir que no vivimos en el mundo del caos y el capricho de cada uno.
El padre que muchas veces es visto por hombres y mujeres, como un accesorio o alguien descartable, resulta una figura muy esencial en la salud mental del ser humano.
Cuando nace el niño, este se siente uno con la madre, la mayoría de su tiempo lo pasa con ella y experimenta el mundo a través de ella y sus afectos, entonces el niño se inserta en el mundo con esta unión casi inseparable con su madre, pero ¿qué pasaría si permanece así toda su vida?, la dependencia total, y el niño nunca sería quien vino a ser a este mundo, nunca sería autónomo, porque se convierte en un apéndice de su madre para siempre, causando muchas patologías mentales que son innumerables. Es esencial la atención y el cuidado materno sin duda alguna, pero aquí aparece esta otra figura que después de la madre, es fundamental para su salud integral: EL PADRE.
El padre, es la tercera figura que viene a enseñar al bebé, que hay otra cosa, más allá de la madre, introduce un espacio, en donde el niño empieza a relacionarse con el resto del mundo, a lo que será más adelante su familia y la sociedad.
Asimismo, la presencia del padre, ayuda a que el hijo vaya entendiendo que las relaciones no son exclusivas ni excluyentes de otras. Por ejemplo, en las relaciones con los demás uno puede querer a un amigo y también a otro, querer a un hijo y también a otro. Es decir enseña que uno se puede relacionar con varias personas, que existe el prójimo, las otras personas que también son importantes para su vida, fomentando así la autonomía como ser humano, ayuda al niño a tener una visión de mundo más integrada.
El padre también enseña una forma de ver el mundo y de cómo relacionarse con él, diferente a como lo hacen las madres. Esto permite que, los niños y las niñas, tengan un modelo cercano de lo que es ser masculino. Les enseña a los hijos a ver el mundo de diferentes maneras y analizar varios puntos de vista para hacerse su propio criterio de las cosas.
Finalmente, una de las cosas más importantes, es que el padre enseña al niño y niña cómo se tratan a las personas en general, como un hombre trata a una mujer, como una mujer debe ser tratada por un hombre, es decir el respeto por el otro.
Recordemos que nada que ha sido creado por Dios está de adorno o fue hecho por error, EL PADRE, como hombre y como padre, es y será siempre una figura muy importante para la vida psicológica del ser humano, por lo que debemos darle, como madres esa importancia, y como padres esa gran responsabilidad que sebe ser cumplida con serio compromiso.
