Viaje por el encuentro
Textos y fotos
tomados de Vatican News
Del 2 al 13 de septiembre
Viaje por el encuentro
La primera esperanza que el Papa Francisco llevó en su corazón es la del encuentro: conocer personalmente a las poblaciones de los países que visitaría. En otras palabras, se trata de volver a declinar el tema de la cercanía, de la proximidad que tanto caracteriza el estilo de su pontificado y del que los viajes apostólicos son una expresión relevante: cercanía para escuchar, cercanía para hacerse cargo de las dificultades, los sufrimientos y las expectativas de la gente, cercanía para llevar a todos la alegría, el consuelo y la esperanza del Evangelio.
Unidad en la multiplicidad, justicia social, bendición divina
Ante una vasta platea, Francisco aboga por la defensa del “sabio y delicado equilibrio” que sostiene la unidad en el archipiélago indonesio, no obstante, la multiplicidad de culturas y las diferentes visiones ideológicas, aunque no faltan las insidias de la intolerancia, la violencia el terrorismo y la pobreza. Está a todos, y en especial a la política, favorecer la paz, la justicia social, vencer los desequilibrios y promover el diálogo, incluso el interreligioso.
El Papa centra su primer discurso en Indonesia en la convivencia pacífica de la multiplicidad de culturas, lenguas, etnias y religiones que habitan el archipiélago más grande del mundo. Así como “el océano es el elemento natural que une a todas las islas indonesias” – afirma el Papa Francisco – el “respeto mutuo de las particularidades” de todos los grupos humanos que las componen, es el hilo conductor que hace que “el pueblo indonesio se mantenga unido y se sienta orgulloso”. Cerca de 300 personas, entre autoridades políticas y religiosas, el Cuerpo Diplomático, emprendedores, y representantes de la sociedad civil y de la cultura, en Yakarta, asistieron a la apertura del 45 Viaje Apostólico del Papa Francisco a Asia y Oceanía.
“Bhinneka tunggal ika”
“Unidad en la diversidad”, lema nacional indonesio que expresa la “realidad multiforme de pueblos que son diversos, pero firmemente integrados en una sola nación”, inspira las palabras del Santo Padre que describe Indonesia, su gente y biodiversidad como un “magnífico mosaico”, en el que cada pieza forma “una obra original y preciosa”.
“La armonía en el respeto a las diferencias se logra cuando cada opinión particular tiene en cuenta las necesidades que son comunes y cuando cada etnia y confesión religiosa actúa con espíritu de fraternidad, persiguiendo el noble objetivo de servir al bien de todos”, afirma Francisco.
El diálogo interreligioso para vencer la intolerancia
En un país mayoritariamente musulmán, el papa Francisco manifiesta que para “favorecer una armonía pacífica y constructiva que garantice la paz y unifique los esfuerzos para vencer los desequilibrios y bolsas de miseria que aún persisten en algunas zonas del país, la Iglesia Católica desea incrementar el diálogo interreligioso”.
En efecto, eliminar los prejuicios y fomentar un clima de respeto y de confianza mutua, son para el Papa, factores imprescindibles para afrontar retos como los del extremismo y la intolerancia, “que —tergiversando la religión— intentan imponerse sirviéndose del engaño y la violencia”.
Después de la bendición del Papa un niño habló
En su visita a Indonesia, una mujer se le acercó con su hijo en brazos, pidiéndole al Santo Padre una bendición. El Papa enseguida se la otorgó a ella y a su hijo, antes de seguir su camino. Fue ahi que esta madre estalló en llanto al escuchar a su hijo hablar, ya que este no lo hacía desde su nacimiento. Luego ambos observaron el Santo Rosario que el Pontífice les había regalado.
El diálogo interreligioso para vencer la intolerancia
En un país mayoritariamente musulmán, el papa Francisco manifiesta que para “favorecer una armonía pacífica y constructiva que garantice la paz y unifique los esfuerzos para vencer los desequilibrios y bolsas de miseria que aún persisten en algunas zonas del país, la Iglesia Católica desea incrementar el diálogo interreligioso”.
En efecto, eliminar los prejuicios y fomentar un clima de respeto y de confianza mutua, son para el Papa, factores imprescindibles para afrontar retos como los del extremismo y la intolerancia, “que —tergiversando la religión— intentan imponerse sirviéndose del engaño y la violencia”.
Los obstáculos a la fraternidad
El Santo Padre se refirió a la particular referencia que, tanto la Constitución de 1945 como la Ley Fundamental de Indonesia, hacen a Dios Todopoderoso y a la necesidad de que su bendición descienda sobre el naciente Estado de Indonesia.
“Unidad en la multiplicidad, justicia social, bendición divina” – observa el Papa- son los principios fundamentales destinados a inspirar y guiar la construcción de la nación.
Una fe en Dios sin manipulaciones o divisiones
Retomando el tema de la bendición de Dios presente en los sendos documentos de la nación, el Pontífice indica que, así como muchas personas la consideran superflua para la promoción del ser humano y para la sociedad civil, hay casos en los que la fe en Dios se coloca en primer plano, “lamentablemente para ser manipulada y servir no para construir la paz, la comunión, el diálogo, el respeto, la colaboración y la fraternidad, sino para fomentar las divisiones y aumentar el odio”.
El Papa concluye manifestando su deseo de que todos, en su quehacer cotidiano, sepan inspirarse en estos principios y hacerlos efectivos en el desempeño ordinario de sus respectivas funciones.
“Que Dios bendiga a Indonesia con la paz, para un futuro lleno de esperanza. ¡Y que Dios los bendiga a todos!”.
La cercanía a los jóvenes, el apoyo a los derechos de las mujeres, el impacto de su visita en la Iglesia local
En sus palabras a los jóvenes de Papúa Nueva Guinea, antes de su partida hacia Timor Oriental, los animó a a levantarse cuando caen y a ayudar a otros que han caído. “Fue un mensaje fuerte para ellos” para “ayudarse mutuamente, levantarse juntos, no solo buscando ayuda fuera, sino también dentro de sí mismos”. Luego los invitó a “permanecer en contacto con sus abuelos”, explicándoles la inestimable riqueza de un patrimonio de “valores y cultura del que hoy, con tantas influencias modernas, corremos el riesgo de desconectarnos”, entre otras cosas porque Internet y las redes sociales, argumentó, nunca podrán proporcionar esos valores.
El papel de la mujer en la sociedad papú
Francisco, en sus encuentros y mensajes también ha reconocido y promovido el hecho de que “las mujeres son las que se comprometen, son las grandes constructoras de la sociedad”, en un país donde en cambio la cultura está dominada por los hombres y su actitud de “menospreciar a las mujeres”. A las mujeres no se las respeta por lo que aportan a la sociedad, y esto ‘muchas veces lleva a la violencia contra ellas’, al revés, deben ser queridas y promovidas, deben poder vivir su vida libremente, igual que los hombres, y de forma ‘responsable y positiva’.
Viaje por el encuentro
La gestión de los recursos
Fundamental para la vida del pueblo papú es la cuestión de la riqueza natural del país y su gestión, un aspecto que el Papa abordó directamente. Visitó Vanimo, vio los bosques y los recursos que tenemos, algunos de los cuales han sido explotados, y subrayó que estos recursos deben utilizarse para desarrollar el país, para construir servicios como la sanidad y la educación. Francisco, en su diálogo con los jóvenes, les exhortó precisamente sobre el tema de los recursos naturales y la cuestión de quién se beneficia luego del rendimiento económico, y luego indicó “que los recursos deben ser utilizados para construir la nación, para que todos puedan beneficiarse”.
Esperanza, amor y fe en Papúa Nueva Guinea
Todas las palabras del Papa, animaron al pueblo, a la nación, al gobierno, porque cada encuentro tuvo una dirección específica y porque el corazón de la visita fue un mensaje de esperanza, amor y fe. Para los católicos del país, además, su presencia supuso un gran estímulo para vivir y trabajar juntos. El Papa nos anima a avanzar en la fe, la esperanza y la unidad, y ahora.
Una fe que resiste
Frente a un mundo que cambia, incluso dramáticamente, el compromiso inquebrantable de la Iglesia sigue siendo un faro de esperanza y “la fe resiste”.
“No dejen de profundizar en la doctrina cristiana, de madurar en la formación espiritual, catequética y teológica; porque todo esto es necesario para anunciar el Evangelio El Evangelio tiene la fuerza de generar una sociedad nueva Francesca Merlo y Delphine Allaire – Port Moresby en su cultura y, al mismo tiempo, purificarla de formas y tradiciones arcaicas y, a veces, supersticiosas”, con estas palabras el Papa Francisco alentó a los obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados, seminaristas y catequistas de Timor Oriental, con quienes se reunió la mañana de este martes, 10 de septiembre, en la catedral de la Inmaculada Concepción de Dili.
En el corazón de Cristo las periferias se encuentran en el centro
El Santo Padre dirigió un discurso en el cual recordó que Timor-Leste es un país “en los confines del mundo”, pero al centro del Evangelio. Porque en el corazón de Cristo las periferias de la existencia se encuentran en el centro.
“El Evangelio está poblado de personas que se hallan en los márgenes, en los confines, pero que son convocados por Jesús y se vuelven protagonistas de la esperanza que Él ha venido a traer”.
El perfume de Cristo y de su Evangelio
Y refiriéndose a los esfuerzos y desafíos que los consagrados tienen que enfrentar en estas tierras, el Papa Francisco les propuso reflexionar sobre el pasaje bíblico de la unción de Jesús en Betania, en la casa de Lázaro, Marta y María. Donde María ungió los pies de Jesús y ese perfume se difundió en la casa.
“Sobre esto quisiera detenerme con ustedes: el perfume, el perfume de Cristo y de su Evangelio, es un don que debemos custodiar y que estamos llamados a difundir. Custodiar el perfume y difundir el perfume. Meditemos sobre esto”.
Custodiar el perfume
El primer aspecto que el Papa Francisco destacó fue el de custodiar el perfume. A los consagrados de Timor Oriental el Pontífice les recordó que, siempre se necesita volver al origen del don recibido, porque hemos sido ungidos con óleo de alegría como lo describe el apóstol Pablo.
“Queridos hermanos, ¡ustedes son el perfume de Cristo! Y este símbolo no les es ajeno; precisamente aquí en Timor crece en abundancia el sándalo, cuya madera desprende una fragancia altamente valorada y buscada por otros pueblos y naciones. La misma Biblia alaba su valor, cuando narra que la reina de Sabá visitó al rey Salomón, ofreciéndole como regalo la madera de sándalo”.
Custodiar el amor con el que el Señor ha perfumado nuestra vida
Asimismo, el Santo Padre dijo a los consagrados que, son el perfume del Evangelio en este país. Pero, no debemos olvidar que, el perfume recibido del Señor debe ser custodiado con todo cuidado, como María de Betania lo había conservado para Jesús. Del mismo modo nosotros debemos custodiar el amor con el que el Señor ha perfumado nuestra vida, para que no se disipe ni pierda su aroma.
“Significa ser conscientes del don recibido, recordando que el perfume no sirve para nosotros mismos sino para ungir los pies de Cristo, anunciando el Evangelio y sirviendo a los pobres; significa vigilar sobre nosotros mismos, porque la mediocridad y la tibieza espiritual están siempre al acecho”.
Siempre debemos alimentar la llama de la fe
Por ello, el Obispo de Roma invitó a ver con gratitud la historia que nos ha precedido, la semilla de la fe esparcida aquí por los misioneros, las escuelas de formación para los agentes pastorales y tantas cosas más. Pero, en realidad, siempre debemos alimentar la llama de la fe.
“Por eso quisiera decirles: no dejen de profundizar en la doctrina cristiana, de madurar en la formación espiritual, catequética y teológica; porque todo esto es necesario para anunciar el Evangelio en su cultura y, al mismo tiempo, purificarla de formas y tradiciones arcaicas y, a veces, supersticiosas”.
Difundir el perfume
El segundo aspecto que el Papa Francisco destacó fue el de difundir el perfume. Por ello, la Iglesia existe para evangelizar, y nosotros estamos llamados a llevar a los demás el dulce perfume de la vida nueva del Evangelio. Y como María de Betania para ungir a Jesús, es necesario romper el frasco de alabastro que contenía el bálsamo perfumado.
El Evangelio tiene la fuerza de generar una sociedad nueva
Timor Oriental, arraigado en una larga historia cristiana, necesita hoy un renovado impulso de evangelización, indicó el Papa Francisco, para que llegue a todos el perfume del Evangelio: un perfume de reconciliación y de paz después de los sufridos años de la guerra; un perfume de compasión, que ayude a los pobres a levantarse y suscite el compromiso de mejorar la suerte económica y social del país; un perfume de justicia contra la corrupción.
Necesitamos un nuevo impulso del Evangelio
Y dirigiéndose especialmente a los sacerdotes, el Santo Padre dijo que, se ha enterado que el pueblo se dirige a los sacerdotes afectuosamente llamándoles “Amu”, que es el título muy importante, que significa “señor”. Pero esto, les dijo el Pontífice, no debe hacerlos sentirse superiores al pueblo, ni llevarlos a la tentación de la soberbia y del poder; no debe conducirlos a pensar en su ministerio como un prestigio social, actuando como dirigentes que aplastan a los demás.
“Recordemos que con el perfume debemos ungir los pies de Cristo, que son los pies de nuestros hermanos en la fe, empezando por los más pobres. Antes de concluir, el Papa Francisco les recordó que el perfume más valioso es el de Cristo y su Evangelio, que enriquece la vida y la llena de alegría. Y les dijo que, “Dios sabe cómo cuidar bien a aquellos que ha llamado y enviado a la misión”.
Francisco: Singapur es una luz brillante de lo que la humanidad puede lograr
Trabajar juntos, en armonía, con sentido de responsabilidad y con espíritu de fraternidad e inclusión: este es el resumen” de la actitud del pueblo singapurense propuesto por el Papa Francisco durante su discurso dirigido a las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático este jueves 12 de septiembre en el Teatro del Centro Cultural de la Universidad Nacional.
Progreso conjugado con la justicia social
El Pontífice destacó el esfuerzo por “construir una sociedad en la que la justicia social y el bien común se tengan en gran estima” y enfatizó la dedicación “para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos mediante políticas de vivienda pública, con una educación de alta calidad y un sistema sanitario eficiente”. A este respecto, deseó que el compromiso continúe “hasta lograr que todos los habitantes participen plenamente”.
No obstante, Francisco advirtió sobre el riesgo que conlleva un cierto tipo de pragmatismo y una cierta exaltación del mérito, “es decir, la consecuencia involuntaria de legitimar la exclusión de aquellos que se encuentran al margen de los beneficios del progreso”. Por lo tanto, reconoció las acciones encaminadas hacia la ayuda a los más débiles y pidió que “se preste una particular atención a los pobres, a los ancianos”.
Singapur, mosaico de etnias, culturas y religiones
El Obispo de Roma se enfocó luego en el papel de las sofisticadas tecnologías de la era digital y el rápido desarrollo en el uso de la inteligencia artificial y alertó que estos fenómenos “no pueden hacernos olvidar que es esencial cultivar relaciones humanas reales y concretas; y que estas tecnologías pueden aprovecharse precisamente para acercarnos unos a otros, propiciando la comprensión y la solidaridad, y no para aislarnos de manera peligrosa en una realidad ficticia e intangible”.
Francisco prosiguió con algunas consideraciones sobre la positiva integración entre personas de etnias, culturas y religiones diferentes en esta nación y remarcó que el respeto recíproco, la colaboración, el diálogo y la libertad de profesar las propias creencias, acatando la ley vigente, son condiciones determinantes del éxito y la estabilidad alcanzadas por Singapur.
La Iglesia en Singapur se encuentra a la vanguardia en las obras de caridad
La mirada de Francisco se amplió hacia la labor de la Iglesia Católica en dichas tierras, desde el inicio de su presencia, con una “aportación peculiar” al progreso, en especial en los sectores de la educación y de la salud, “valiéndose del espíritu de sacrificio y dedicación de los misioneros y de los fieles católicos”.
“Siempre animada por el Evangelio de Jesucristo, agregó, la comunidad católica se encuentra también a la vanguardia en las obras de caridad”.
Compromiso con la sostenibilidad medioambiental
Para concluir agradeció a la nación su compromiso con la sostenibilidad medioambiental, reconociendo a la ciudad-estado como un ejemplo de cómo incluso las naciones pequeñas pueden tener un impacto significativo en la lucha contra la crisis medioambiental. Pidió a Singapur que continúe su búsqueda de “soluciones innovadoras para hacer frente a los desafíos ambientales” y les recordó que sus esfuerzos pueden inspirar a otras naciones a hacer lo mismo.
“Que Dios bendiga a Singapur”, finalizó.