Mensaje

Hermanos queridos:
Hoy, después de 13 años, miramos hacia atrás y a veces no lo creemos. La Virgen Santísima quiso obrar en los corazones, quiso, como decimos en la consagración a María, convertirnos en instrumentos, y así sucedió. Fue Ella quien nos llevó hasta su casa, y ha sido Ella quien ha sostenido esta revista, durante todos estos años. Y sigue siendo María Santísima, quien sigue trabajando, guiando, amando, y llegando a tantos corazones. Debajo de su manto nos cobijamos, nos sentimos amados, seguros, confiados y acompañados en todos los momentos de nuestras vidas. Sentimos su presencia, es difícil de explicarlo, pero así lo sentimos.
De manera que estamos convencidos que Ella, seguirá siendo la dueña y señora de esta revista y de su obra evangelizadora.
Queremos agradecer a tantos y tantos amigos que hacen posible su publicación: los auspiciantes, hermanos que nos ayudan a poder cubrir los costos de producción, y que con su colaboración nos permiten llegar a más almas. No olvidemos el mensaje de la Madre del Cielo “ayúdenme a salvar almas” y es lo que perseguimos cada día todos nosotros.
Agradecemos también a nuestros lectores que esperan con cariño cada revista, a los propulsores de los temas, a los sacerdotes que escriben, a los laicos también, y a cada persona que dona su tiempo para lograr cada edición. Finalmente, pedirles que no nos cansemos de orar, por la obra, por la Radio, por la revista ¡Salve Regina! y por todos quienes lo necesitamos.
Que la Santísima Trinidad nos bendiga y que sigamos bajo el amor de María, nuestra madre. Amén

Los editores.